El futuro de la comida

La agricultura ha sido siempre el medio de subsistencia de todas las civilizaciones. Solo a partir del siglo XX se descubrieron los fertilizantes químicos, después de la I Guerra Mundial, gracias al uso de bombas de nitrato para el uso bélico se dieron cuenta de que podían emplearse para la agricultura. A partir de ahí los países desarrollados comenzaron a hacer un uso excesivo para el aumento de  la producción y su resistencia a las plagas. Esto dio lugar a problemas relacionados con los fertilizantes, tanto de salud como medioambientales, ya que se descuido el uso de estos.

En la década de los 80 la ingeniería genética patentó la modificación genética de las plantas (Estados Unidos).El gobierno en un principio no acepto el uso de estos productos pero al final cedió. La mayor multinacional americana de semillas transgénicos compró la mayor parte de las fabricas de semillas para la producción de sus propias semillas transgénicas (Monsanto).  A partir de ahí en el mercado estadounidense vendía únicamente patente de semillas. Por ello en Estados Unidos existen problemas entre agricultores y las empresas químicas. La compañía Monsanto que controla el mercado, ha conseguido que la mayoría de los agricultores utilicen sus patentes y no sus propias semillas. Si una patente de Monsanto se encuentra en cualquier campo, judicialmente ese campo debe ser cultivado únicamente con semillas transgénicas Monsanto. Lo que hace que muchos agricultores americanos hayan perdido sus tierras para explotar la patente de Monsanto.

En 1985 tuvo lugar una cumbre sobre los organismos transgénicos o ingeniería genética para proponer las medidas de seguridad que se debían adoptar con los productos transgénicos.

El consumo de productos transgénicos ha preocupado a la comunidad médica ya que se han dado casos que los antibióticos no responden al consumir este tipo de productos. Lo que supone un peligro para la salud humana. También los productos transgénicos pueden contener virus o bacterias perjudiciales para la salud al ser modificados.

Sin embargo se está consiguiendo que estos productos sean etiquetados ya que pueden producir alergias y desconocerse de donde proceden los síntomas.